Un amor durante 60 años

Despertar y abrir los ojos en un día mágico cuando aún no había sonado el despertador ¡todo se veía diferente!, desde el primer instante se sentía la magia: el aire, el color del cielo y el ambiente en general. Ese día usaría finalmente "mi estreno", hacía de nuevo el recuento de cuántos regalos podría recibir y de cuántas horas quedaban para la media noche.

Desayunar, hacer cola para bañarme, revisar que no olvidara nada y esperar la bocina de un Hyundai Pony modelo 85 para ir a ver a nuestro amor que duró 60 años, quien me daría mi primer ansiado regalo.

¡Sonaba la bocina! y como siempre, no estábamos listos, faltaba nuestra caja de regalos, las tarjetas, la comida de la cena debía quedar lista, las gaseosas, etc. sería un día largo donde la magia terminaría al volver a la cama pasada la media noche.

Volver a escuchar la historia que inició en 1956, que se conocieron en Cotió en los estudios teosóficos, que fue madrina de bodas y madrina de los 3 hijos, que ella tuvo 7 hijos y que en ese tiempo no existía lavadora y cuando sentía ¡El olor de pinabete! muchos regalos bajo el árbol, abrazos, saludos y risas! mientras yo aprovechaba disimuladamente a buscar cuál era mi regalo, llegaba la hora de la comida, las manzanas rojas de importación, uvas, pastel, gaseosa y así transcurría la primera de varias comidas del día, como esas manzanas no eran de siempre había que aprovechar mientras llegaba el primer regalo, el que decía para: hijo chiquito de Ananda, el de la Madrina LOLITA, la madrina de mis tíos, la madrina de mis abuelitos y así la madrina de todos! luego venían los consejos, los regaños y finalmente las fotos de despedida en un 24 de diciembre común desde que tengo memoria, una tradición que duró 60 años, enseñanza de mi abuelito Fidel, ir a ver a nuestro amor de todos los 24 de diciembre por la mañana.

¡La extrañaremos madrina y nos vemos en el cielo!